Caminando por las calles del mercado de
la Merced
Cuando escuchamos hablar de La Merced,
pensamos en el mercado situado en el Centro Histórico de la Ciudad de México,
donde podemos encontrar de todo, desde semillas, plástico, desechable, dulces,
frutas y verduras, en fin de todo, pero La Merced es más que eso, pues
trascendió su condición de centro de abasto y se convirtió en un barrio
dedicado al comercio. Se podría decir que es el barrio más famoso de la Ciudad
de México, dedicado 100 por ciento al comercio.
En la historia del mercado de la
Merced existieron tres grandes mercados que marcaron al barrio de La Merced: el
de México-Tenochtitlan, el de El Volador (fines del siglo XVIII 1860) y el de
La Merced (1861-1957). A lo largo de la vía fluvial, que atravesaba el actual
barrio de La Merced, había mercados grandes y chicos, entre ellos los ahora
conocidos como La Viga y Santa Anita.
El mercado toma su nombre del barrio,
"La Merced", que a su vez fue nombrado así después de que se
estableciera el monasterio de Nuestra Señora de la Merced de la Redención de
los Cautivos en 1594, que era llamado coloquialmente el monasterio de La
Merced.
El barrio es antiguo y tiene historias
y leyendas, tales como los susurros de Doña Esperanza Goyeneche de García Ruiz,
quien murió trágicamente aquí. Otra consiste en un jefe indígena que recibió
dinero
para ser espía de los españoles y fue descubierto. Se dice que cuando esto ocurrió, se quedó quieto sin volver a moverse hasta que murió de tristeza.
El mercado de La Merced inició sus
funciones a la intemperie en 1861; su construcción se terminó en 1880. Se le
hizo demoler en 1957, cuando se inauguró el conjunto comercial ubicado sobre
Anillo de Circunvalación, que también conocemos como Merced.
En la actualidad...
El Mercado de la Merced está ubicado
en la Delegación Venustiano Carranza, en el corazón del DF. La dirección exacta
es Rosario Puerta 4 Interior. Nave Mayor, Col. Merced Balbuena y está abierto 6
a 18 horas. Puedes llegar a esta zona a través de la estación del metro
“Merced”, la cual tiene entradas tanto en las afueras del mercado, como dentro
de uno de los edificios. Sabrán que han llegado porque los olores a verduras y
fruta fresca traspasan las paredes e invaden la estación de manera inigualable.
Hoy en día, el Mercado de la Merced
ocupa una gran manzana, es el mayor mercado minorista de alimentos
tradicionales y el segundo mercado en importancia de la ciudad, después de la
Central de Abasto que se encarga de la venta al por mayor.
El mercado está formado de dos naves.
La mayor, destinada a la venta de aves, pescado, carne, frutas, legumbres y
abarrotes. Frente a ésta hay, a su vez, tres secciones, una para la juguetería
popular y la artesanía típica; la segunda, es para la venta de flores y plantas
de ornamentación; y la tercera, para el mercado de dulces.
En el paso a desnivel también existen
comercios y en ellos se vende cordelería, cestería y muchos artículos de
artesanía como canastas, chiquihuites, tompeates, etcétera. En el exterior, el
mercado no oficial o tianguis, continúa en las aceras y las calles entre el
mercado y el Zócalo.
Crónica de la Ciudad
"Pruébele güerita, pásele pura
calidad..."
Saliendo del metro la merced línea
rosa, desde que bajas del vagón prácticamente te encuentras con un mar de gente
que baja en esa estación y aborda en la misma. Todas esas personas las puedes
ver con cosas y bolsas recién compradas aquellas que apenas abordarán, entre
empujones y gritos, subes las escaleras y cada quien camina por donde quiere,
cruzas a continuación unos torniquetes de mano derecha porque cabe mencionar
que el inmenso mercado de la Merced se divide por grandes secciones y si vas
por el camino incorrecto sales a otro lado, donde de igual manera encuentras de
todo y para todo.
Mi destino era el mercado de los
dulces, en ese lugar con muy poco siendo puedes comprar luchas cosas. Como
quien dice "la cosa es buscarle".
Tratando de no tener mal humor,
escuchas en todos lados "pásele, pura calidad, no encontrará mejor
precio", gritos y gente por doquier, "peleando por la venta y los
clientes, ahora desde otra perspectiva que es como cliente peleas para no
perderte entre sus miles de comercios y puestos, también cuidándote que no te
peguen o te empujen aquellos comerciantes, que pasan con sus "diablos"
llenos de mercancía y solo se escucha el grito que dice así "hay va el
golpe, hay va el golpe".
Sin duda en ese lugar tenemos que
estar a las vivas, en todos los aspectos, pero eso ni le quita lo colorido y
efectivo que es visitarlo.
Pasan calles y calles, una vez inmersa
en el inmenso mercado, preguntado a los más confiables.
-Oiga: ¿puedo encontrar las frituras y
los dulces cubiertos?
-A dos calles más, así como vas todo
derecho una vez pasando la iglesia y el mercado de los dulces típicos... Donde
veas las abejas ya estás cercas (se suelta a reír).
Camines por donde camines ya sea
adentrarse en todas las secciones de ese mercado o camines aun lado de la
avenida principal encuentras un tráfico de gente, así que paciencia.
Llegando a la nave de dulces después
de pasar por películas de todo tipo, puestos de comida, comida chatarra,
puestos de ropa para toda la familia, el mercado de los desechables, semillas,
carnes y pollos, las cremerías, el mercado de los vestidos, de calzado, el
mercado de los adornos y los recursos para cualquier evento como es XV, boda,
despedida de soltera y solteros, bautizos, cumple años, baby showers y lo que
se nos ocurra; e incluso letreros que se ven con la leyenda "se lee la
mano por 20 pesos", claro con forme vas pasando el precio ya sea que
aumente o disminuye, cuando digo que te encuentras de todo desde lo conocido
hasta lo desconocido e increíble para muchos.
El puesto que abre el camino
"dulce", comprobando y preguntando es curioso que los dulces vayan
disminuyendo de precio conforme vas pasando más y más puestos, cualquier
persona que vende a fuera de la merced y que tiene ya sea sus tiendas o puestos
de en la esquina, será un perfecto comprador porque conoce a la merced y dónde
comprar lo bueno, bonito y barato.
Comprar piñatas y dulces en ese lugar
ya histórico de la ciudad de México resulta una experiencia que no dudo en
afirmar que cualquier mexicano en algún momento de su vida lo ha hecho y ha
conocido su colorido y su interior de la Merced.
Es el sitio ideal para comprar
productos regionales y es uno de los lugares más recomendables para degustar
los antojitos mexicanos y saborear comidas caseras. Encontrarán de todo,
absolutamente de todo para las fiestas, las reuniones e incluso para el hogar.
Pero además hay que disfrutar del
ajetreo de la gente, los gritos, la música de los puestos. Dos de las
especialidades de este mercado son las quesadillas y las tostadas, que en las
anécdotas de loa visitantes son muy recomendables.
Bibliografía:
Díaz
Noci, Javier. (2003) Manual de Redacción Ciberperiodística. Ed. Ariel. España.
(Documento agregado en la antología)
http://www.chilango.com/ciudad/nota/2012/07/31/la-merced
http://www.mexicodesconocido.com.mx/la-merced-barrio-magico.html